3 CLAVES PARA SABER SI NECESITO UN PSICÓLOGO

¿Cuáles son las 3 claves para saber si necesito un psicólogo? Las personas, a medida que crecemos,  vamos pasando por distintas etapas y cambios, como crisis personales, pérdidas importantes, cambios en nuestro ambiente y momentos difíciles.

A veces, una situación concreta puede desencadenar nuestro malestar y otras nos encontramos mal sin saber el motivo.

Podemos estar tristes, enfadados, sentirnos solos, tener miedo, insomnio, ansiedad, preocupaciones, baja autoestima. Tener discusiones de pareja, con nuestros hijos o problemas en el trabajo o estudios.

A menudo, recurrimos a estrategias personales para superar estas dificultades. Y lo hacemos con éxito. Pero, otras veces, la salida no es tan fácil, los recursos que antes nos servían ya no funcionan, tenemos miedo o nos sentimos desbordados emocionalmente.

Pero entonces ¿Cómo saber si necesito un psicólogo?

Es en esos momentos en los que nuestros recursos de siempre nos fallan cuando pensamos en la posibilidad de acudir a un profesional de la psicología. Pero podemos dudar en si, efectivamente, una terapia psicológica nos podría ayudar o no. Hay tres pistas que nos indican que la respuesta probablemente sea SI.

Las 3 señales para saber si necesito un psicólogo

La primera es la INTENSIDAD con la que vivimos nuestro problema.

Si los pensamientos, emociones, conductas son tan intensos que nos hacen sentir muy mal o, por el contrario, son de una intensidad manejable.

Pensemos que no es lo mismo estar triste con una intensidad de 4/5 (sobre 10) ante una situación determinada y poco a poco sentir como esa tristeza se va reduciendo, que sentirnos completamente desesperanzados con una intensidad de 7/8 sin apenas notar como esa emoción va desapareciendo.

La segunda es la FRECUENCIA.

¿Nos encontramos mal de forma puntual o casi todos los días? Volviendo al ejemplo de la tristeza o decaimiento, tampoco será igual nuestro caso si nos encontramos mal una vez a la semana durante un momento del día o si estamos tristes más de la mitad de días de la semana durante la mayor parte del día.

La tercera es la REPERCUSIÓN que las dificultades tienen en las diferentes áreas de la vida: personal, familiar, sentimental (pareja), trabajo, amigos, tiempo libre.

Si el hecho de sentirnos tristes nos afecta a nivel personal en momentos puntuales durante el día sin verse afectadas otras áreas, puede que sea llevadero. Pero si además, interfiere en nuestra relación de pareja o en otras áreas, como el trabajo, la familia o los amigos, puede que nos sea más difícil superarlo.

Como conclusión, podemos decir que si las dificultades que estamos viviendo (ya sean preocupaciones, problemas laborales o de pareja, ansiedad, tristeza o miedos) son intensas, frecuentes y repercuten en varias áreas de nuestra vida, probablemente sí nos sea útil acudir a un psicólogo e iniciar un proceso de evaluación y terapia psicológica.

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