Un psicólogo es un profesional sanitario, un técnico especialista en conducta humana. Los psicólogos tienen una formación en las leyes del aprendizaje que rigen la conducta y aplican estas leyes para enseñar nuevos comportamientos que sustituyen los que te hacen daño.
Es decir, con el psicólogo aprenderás una serie de estrategias y técnicas que practicarás en consulta y luego tendrás que poner en práctica en tu día a día.
El psicólogo es como un entrenador personal
En este sentido, el psicólogo es como un entrenador personal. Con él aprenderás las mejores estrategias y habilidades para poder salir de tus dificultades y superar tus problemas emocionales.
Pero además, la terapia necesitará de tu esfuerzo y de tu trabajo para poder conseguir resultados satisfactorios. Y, del mismo modo que cuando vas al gimnasio necesitas constancia y esfuerzo, también será necesario en una terapia psicológica.
Por lo tanto, ir al psicólogo no significa «ir a hablar» y a que te solucionen los problemas, sino que es un proceso que requiere de tu participación activa en él.
La terapia no es (solamente) hablar con tu psicólogo
La terapia no va a consistir en hablar con tu psicólogo una vez por semana, o al menos no va a consistir solamente en eso, sino en aprender habilidades concretas que tendrás que poner en práctica sesión a sesión. Así que olvídate de todo lo que has visto en las películas: no vas a estar tumbado en un diván hablando y hablando, mientras el psicólogo toma notas.
Tampoco vas a trabajar todo el tiempo sobre cosas que han pasado en tu infancia. La infancia y el pasado son importantes, pero nos interesa más entender por qué un determinado problema emocional está apareciendo en la actualidad y cuáles son las variables que lo mantienen activo en el presente.
¿Y que son los problemas emocionales?
Un problema emocional es una conducta aprendida que produce consecuencias desagradables y desadaptativas en nuestras vidas y que nos impide conseguir nuestros objetivos vitales y ser felices.
Cuando una persona tiene depresión, ansiedad, una fobia o problemas de pareja, no es que esté loco, enfermo o sea débil, sino que simplemente ha aprendido a comportarse de esa manera. Por lo tanto, la solución pasará por aprender nuevas formas de comportarse que sean más adaptativas y funcionales y que le acerquen más a conseguir sus objetivos y a ser feliz.
¿Cuáles son las fases de una terapia psicológica?
Son cuatro las etapas que conforman una terapia psicológica. A continuación vemos en qué consiste cada una de ellas.
1) EVALUACIÓN
Durante esta primera etapa el psicólogo recoge información personal del cliente para entender sus dificultades de una manera global y precisa.
Suele tener una duración de entre 2 y 3 sesiones y consiste en responder las preguntas que te va haciendo el psicólogo y, quizás, cumplimentar algunos cuestionarios.
2) SESIÓN DE HIPÓTESIS EXPLICATIVA
Esta segunda fase tiene lugar en una única sesión en la que el psicólogo te explica cómo se originó tu problema y cómo se mantiene en la actualidad.
También se establecen los objetivos concretos que se quieren conseguir con la terapia y qué estrategias y técnicas se utilizarán para conseguirlos.
3) TERAPIA
Esta tercera fase es la que consiste en la terapia propiamente dicha.
Tiene una duración variable, según tus dificultades sean unas u otras, pero en cualquier caso probablemente se trataría de meses.
Durante las sesiones, aprenderás diferentes estrategias para superar tu problema y después las pondrás en práctica en tu vida diaria.
4) SEGUIMIENTO
A medida que te encuentres mejor, distanciaremos más y más las sesiones.
El psicólogo irá soltando las riendas de la terapia para que puedas crecer en independencia y seguridad.